Las prácticas laborales de una organización son todas aquellas políticas que involucran a los recursos humanos. Las políticas incluyen, por ejemplo: reclutamiento, formación y desarrollo, salud, seguridad, procedimientos disciplinarios, promoción, definición de la jornada laboral, remuneración, etc.

Estas prácticas laborales, son, además, un eje fundamental desde el cual una organización puede influir de forma positiva en el contexto social y económico de su entorno.

Como empleadores, las empresas contribuyen al desarrollo económico y al bienestar social y mejora de la calidad de vida de las personas.

La relación empresa-trabajador, implica derechos y responsabilidades por ambas partes, recogidas de forma integral en la Declaración Universal de Derechos Humanos, las normas laborales de la Organización Internacional del Trabajo, y la normativa específica existente al respecto en cada país.

No obstante, la relación empresa-trabajador se puede enriquecer cuando la autonomía colectiva de las partes y, concretamente, la negociación colectiva entra en funcionamiento, siendo uno de los medios típicos de acción de las organizaciones empresariales.

Los puntos de partida deben pasar de la confrontación laboral a la colaboración, siendo esa una visión imprescindible para asegurar la mejora de las relaciones laborales, la modernización de los convenios colectivos y la flexibilidad interna en la empresa.

Asimismo, entre las principales tendencias en sostenibilidad en el ámbito laboral se encuentran temas relacionados con la diversidad e inclusión, los modelos híbridos de trabajo, el trabajo por objetivos, la conciliación para hombres y mujeres, la formación para la adaptación a nuevas necesidades corporativas, entre otras. Dependiendo de cómo cada empresa integre estas tendencias en su gestión diaria del talento, así aumentará su posibilidad de crecer y permanecer en el tiempo.

En este contexto, los Recursos Humanos y la gestión de personas, son claves e impulsoras de esta transformación como catalizadores del compromiso con la sostenibilidad.

Según el Libro Blanco de la Sostenibilidad en Recursos Humanos en España, casi el 30% de las empresas analizadas está trabajando para fortalecer las competencias en sostenibilidad de sus directores y directoras de recursos humanos.

Algunas de las acciones palanca que se pueden impulsar desde los departamentos de recursos humanos para una gestión responsable del talento son:

• Implementar acciones destinadas a mejorar la diversidad e inclusión en los procesos de contratación.
• Valorar el compromiso con la sostenibilidad de los candidatos en los procesos de selección de personal.
• Formar y concienciar a los empleados en temas de sostenibilidad y su aplicabilidad al puesto de trabajo.
• Conocer las expectativas personales y profesionales de los colaboradores, con el objetivo de poder desarrollar políticas de conciliación y crecimiento profesional acertadas.
• Fomentar el cuidado de la salud física y mental con programas que fomenten el deporte, facilidades para acceso a la medicina preventiva, charlas sobre salud, nutrición y bienestar etc…
• Fomentar el diálogo dentro de la empresa, y la búsqueda de consenso en relación a temas económicos y sociales.

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Este tipo de medidas favorece los entornos de trabajo y fortalece los vínculos con uno de los grupos de interés clave para el éxito de cualquier organización, como son las personas trabajadoras. Además, en la carrera de las empresas por la atracción y retención de talento, la sostenibilidad es un factor que suma.

Según informes elaborados por la compañía de Recursos Humanos Randstad, «la sostenibilidad es uno de los factores que más tienen en cuenta los profesionales, ya que quieren sentirse orgullosos de los valores de la empresa en la que forman parte, dañando lo menos posible el entorno». Y según datos recogidos en el Libro Blanco, el 42% de las empresas participantes incluyen su estrategia de sostenibilidad y acciones vinculadas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible en su propuesta de valor para el empleado.

Sin duda la sostenibilidad es hoy un factor que forma parte del desarrollo laboral de las personas trabajadoras, por lo que destacan las empresas que integran la sostenibilidad en sus prácticas laborales y en general en todos los ámbitos de su quehacer diario.

Hoy en día el concepto de trabajar en una compañía que tenga un propósito vinculado a factores de sostenibilidad es básico como elemento transformador de la sociedad, moderno y eficiente, como un factor de competitividad y diferenciador para atraer trabajadores con talento y comprometidos.

Los cambios que de forma intensa y acelerada, como consecuencia de la evolución tecnológica y de la globalización económica se están produciendo en el mercado de trabajo y en el tejido productivo, tienen efectos en la actividad económica y en el empleo, apreciándose resultados más positivos cuando las reformas y los procesos de adaptación se han realizado en base al diálogo y a los acuerdos alcanzados, tanto desde el ámbito bipartito entre sindicatos y patronales, como desde el marco tripartito entre interlocutores sociales y administraciones públicas.

En definitiva, no se alcanzará el éxito empresarial sin un entorno sostenible y sin calidad en las relaciones laborales y en este ambicioso plan la CCE está fuertemente comprometida.