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6 Jul, 2021

Alianzas para el Desarrollo

“Para aplicar con éxito la Agenda 2030 debemos pasar rápidamente de los compromisos a la acción.
Para ello, necesitamos alianzas sólidas, inclusivas e integradas a todos los niveles”

Estas palabras del entonces secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, reflejan la relevancia del desarrollo y la consolidación de alianzas para alcanzar las metas recogidas en los ODS.

Tan importantes para el desarrollo de los países se consideran las alianzas, que uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible se refiere específicamente a ello: el ODS 17: Revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible. Este ODS se refiere a la necesidad de canalizar recursos para la asistencia oficial al desarrollo (cooperación), apela al impulso de políticas comerciales entre países que beneficien a los países más pobres, al fortalecimiento de capacidades y al impulso de la ciencia, la tecnología y la innovación en los países menos adelantados, entre otros muchos retos recogidos en sus 19 metas.

Dice la Agenda 2030 que «para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, debemos unirnos todos: los gobiernos, la sociedad civil, los científicos, el mundo académico y el sector privado».  Esta unión entre organizaciones de diferente naturaleza para alcanzar un bien común se conoce como Alianzas para el Desarrollo.

Las Alianzas para el Desarrollo surgen voluntariamente cuando hay un compromiso compartido y una voluntad de servicio; cuando se definen objetivos comunes que generan valor y una mejora de la calidad de vida; cuando hay responsabilidades, riesgos e inversiones compartidas y se crean sinergias entre las partes que permiten optimizar los recursos y repartir los roles de una forma equitativa. Deben construirse sobre los mismos principios y valores y tener objetivos comunes, aportando cada parte su experiencia para sumar entre todos a los ODS.

Dependiendo de la naturaleza de sus integrantes, las Alianzas para el Desarrollo pueden crearse entre organizaciones privadas (varias empresas, empresas con asociaciones empresariales o empresas con sociedad civil como ONG y fundaciones); o alianzas Público-Privadas, en las cuales participará, al menos, una organización de la administración pública. Y en aras de impulsar los ODS a nivel global, también pueden ser regionales o internacionales, así como sectoriales.

Imaginemos el gran impacto que tendría la alianza de un sector específico de la economía alrededor de uno o varios ODS. Una alianza sectorial permitiría tener un consolidado de empresas, gobiernos, agencias de desarrollo, academia y ONG trabajando juntos en la misma dirección, con todas las probabilidades de éxito.

También pueden tener un gran impacto las alianzas multi actor articuladas entre organizaciones públicas y privadas de una zona o región geográfica concreta, en torno a uno o varios ODS vinculados con el desarrollo del entorno.

En el Diagnóstico Articulación de redes, movilización social y retos entorno a los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la Comunidad Autónoma de Canarias, desarrollado por Centro de Investigación y Estudios Gerenciales (CIEG-ESPAÑA) en coordinación con Alianza por la Solidaridad y financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), se analiza la articulación, implantación y compromisos para el cumplimiento de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la Comunidad Autónoma de Canarias, se refleja la voluntad y necesidad de la articulación de alianzas por parte de la sociedad civil y de las instituciones públicas.

¿Qué se puede hacer desde el sector privado al respecto?

El primer paso para el sector privado es unirse según su afinidad de intereses compartidos, compromisos o áreas de experiencia, definir el reto al que se quiere dar solución y el ODS relacionado con su cumplimiento.

Canarias presenta grandes retos sociales, ambientales y económicos. Las Alianzas para el Desarrollo son un recurso efectivo, ágil y factible para abordarlos.

Una vez los objetivos de la alianza estén definidos, se deberán identificar los aliados locales con los cuales trabajar: ayuntamientos, agencias de desarrollo local u otras dependencias de la administración pública, organizaciones empresariales que estén actuando en la consecución de los ODS en las empresas y cuenten con experiencia en la materia que pueda servir de guía; asociaciones de la sociedad civil organizadas que estén trabajando en el tema en cuestión y le sean afines: ONG, fundaciones, asociaciones de vecinos, u otras organizaciones como pueden ser centros académicos o de investigación, dependiendo de la naturaleza del reto sobre el que se quiera trabajar

Construida la alianza, será necesario definir los términos en los que se desarrollará: intercambio de conocimientos, capacidad técnica, tecnológica y recursos financieros que aportarán cada una de las partes.

Una vez que lo anterior se haya definido, es recomendable darlo a conocer a la población en general a través de un acto en la comunidad, medios de comunicación o reuniones con interlocutores clave, para hacer firme estos compromisos y servir de inspiración a otros grupos de personas y organizaciones que puedan replicar la experiencia.

Participar en una alianza implica movilizar los recursos financieros y humanos en una misma dirección, para lograr un impacto imposible de conseguir con el trabajo de una organización de forma aislada. Este esfuerzo, en muchas ocasiones, viene acompañado de un beneficio reputacional y un mejor posicionamiento de mercado que sin este tipo de acciones y alianzas costaría más trabajo conseguir.

La Comunidad Canaria presenta grandes retos sociales, ambientales y económicos, y la articulación de Alianzas para el Desarrollo son un mecanismo efectivo, ágil y factible para abordarlos, y de contribuir con el avance de la Agenda 2030 en las Islas.

«Nunca dudes de que un pequeño grupo de personas comprometidas pueda cambiar el mundo. De hecho, es lo único que lo ha logrado»
Margaret Meade.