Comunicar sobre los impactos positivos en materia social y ambiental de las empresas, es una tendencia creciente en materia de sostenibilidad.
Esta tendencia se ha reforzado desde la entrada en vigor de la Directiva Europea sobre Divulgación de Información no Financiera y Diversidad, «por la importancia de que las empresas divulguen información sobre la sostenibilidad, como pueden ser los factores sociales y medioambientales, con el fin de identificar riesgos para la sostenibilidad y aumentar la confianza de los inversores y los consumidores».
La divulgación transparente sobre los retos que cada organización debe abordar en materia ambiental, social y de buen gobierno, implica un análisis previo acerca de cuáles son los temas en los que realmente debe centrarse para abordar el negocio de forma responsable y la definición de un plan de acción para lograrlo. Por ello, la divulgación no financiera, el reporte o la comunicación en materia de sostenibilidad, son herramientas de impulso hacia economías más sostenibles y contribuye a medir, supervisar y gestionar el rendimiento de las empresas y su impacto en la sociedad.
Desde que se aprobó la Agenda 2030, tenemos en los 17 ODS una nueva herramienta para planificar la gestión de los impactos sociales y ambientales de nuestro negocio y, en consecuencia, para comunicar nuestros logros y retos futuros.
Sin embargo, para abordar un proceso congruente e integrador, será necesario definir previamente cuáles serán los ODS y las metas concretas a las que queremos aportar valor y de qué forma, estableciendo metas de alcance e indicadores internos y sobre los que será aconsejable reportar de forma concreta y transparente.
Por ejemplo, una empresa comprometida con la Igualdad de Género manifestará su compromiso con el ODS 5: Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas. De las 9 metas que tiene ese objetivo, podría centrarse específicamente en contribuir a la meta 5.5 Asegurar la participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de oportunidades de liderazgo a todos los niveles decisorios en la vida política, económica y pública.
Una vez definido el ODS y la meta a la que se contribuye, la empresa deberá trazar su plan de acción para lograrlo, con acciones como, por ejemplo, realizar un diagnóstico interno de barreras e impulsores profesionales de la organización o proponerse incrementar el número de mujeres en puestos de toma de decisiones.
Sobre la base de estas acciones, sería aconsejable que la empresa estableciera sus propias metas, dado que los compromisos corporativos adquiridos son la información más valiosa para ser comunicada. Mensajes como «la empresa se compromete alcanzar el 40% de mujeres en puestos directivos» o «la empresa impulsará la formación STEM de 50 mujeres jóvenes», fundamentan y dan rigurosidad a las manifestaciones de compromiso por el logro de los ODS.
Es muy usual ver los iconos de los ODS en las páginas web corporativas o en materiales de comunicación de las empresas, aunque no siempre acompañados de información al respecto. La comunicación sobre el compromiso por el logro de los ODS debe ir acompañada de información concreta a cerca de lo que se ha hecho y de lo que se quiere lograr. Información oportuna y transparente, que contribuya a conocer qué proceso desarrolla la empresa para lograrlo, qué retos ha encontrado y cómo los ha resuelto.
A este respecto puede añadirse una sección en la página web de la compañía en la que se muestre la información relevante de la empresa en materia de sostenibilidad o realizar publicaciones en redes sociales señalando las acciones que realiza la empresa para contribuir al logro de los ODS, y de esta manera mostrar el compromiso de la empresa con el desarrollo sostenible.
Además, y esto es muy importante, la decisión de trabajar en materia de ODS debe ser comunicada entre el personal, ya que empleados y empleadas serán, a través de su trabajo diario, parte del cambio. Por ello, será necesario que conozcan los compromisos adquiridos y sus implicaciones; formación, una carta del máximo representante y ubicación de información gráfica en las instalaciones de la empresa, son algunas recomendaciones generales muy efectivas
para socializar internamente el compromiso y alfabetizar a los trabajadores a cerca de los ODS y la relación con su trabajo diario.
En resumen: ¿Qué información debemos comunicar a nuestros grupos de interés en materia de ODS?
- Nuestro compromiso como empresa con el aporte a uno o varios ODS
- Las metas corporativas que nos fijamos para lograrlo
- Fecha propuesta para alcanzar la meta
- Acciones que desarrollaremos o que hemos desarrollado para lograrlo
- Retos superados
- Lecciones aprendidas
La decisión de trabajar en materia de ODS debe ser comunicada entre el personal, ya que, a través de su trabajo diario, será parte del cambio.
Esta información puede ser compartida por la empresa a través de informes o memorias de sostenibilidad, informes específicos de aporte a los ODS, a través de su página web, artículos de opinión y buenas prácticas publicadas en medios especializados, así como en congresos y foros en los que las empresas, academia y otros actores intercambian experiencias que contribuyen a un mejor conocimiento generalizado.
Comunicar el proceso de implementación de acciones para la contribución al logro de los ODS es un acto de transparencia corporativa, y también de responsabilidad, que sirve para rendir cuentas ante nuestros grupos de interés y la sociedad en general; que puede inspirar el camino de otras organizaciones y sumar esfuerzos que nos permitan avanzar hacia el cumplimiento de la Agenda 2030. Además, no hay que olvidar que comunicar nuestros logros y compromisos en materia de sostenibilidad, refuerza nuestra imagen de marca y contribuye a la construcción de una buena reputación corporativa.
