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1 Feb, 2022

Empresas sostenibles y saludables

Sostenibilidad, medio ambiente, salud, bienestar, conciliación, desarrollo… son términos interrelacionados entre sí, protagonistas de las estrategias de responsabilidad social de las empresas y con los que cada vez estamos más familiarizados.

La sostenibilidad no solo está vinculada al medio ambiente, cambio climático o el cuidado de la naturaleza, sino que abarca también las esferas social y económica. Se compone en definitiva de tres pilares cuya interacción y gestión permite la mejora de la calidad de vida de las personas y la perpetuidad de nuestros sistemas en el tiempo.

Parte de la gestión del pilar social de la sostenibilidad que debe trabajar una empresa corresponde a la salud y el bienestar de sus trabajadores, más allá del cumplimiento normativo que implica la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.

Esto debe hacerse a partir de un proceso conjunto y participativo de planificación, a partir de la identificación de los impactos negativos que repercuten en los empleados y los riesgos asociados, como puede ser el estrés ocasionado por largas jornadas laborales y las enfermedades asociadas, o la pérdida de productividad a medio plazo; y de los impactos positivos que repercuten en los trabajadores con sus oportunidades asociadas, tales como son el fomento del deporte dentro de la empresa y la mejora del clima organizacional que puede derivarse de realizar actividades deportivas con los compañeros en el ámbito profesional.

Más allá del problema meramente organizativo y de gestión de los recursos humanos, que ya implica per se un sobresfuerzo para la empresa, el coste que supone el absentismo es uno de los aspectos críticos desde el punto de vista de la gestión económica y continuidad del negocio. Según datos de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), se estima que la pérdida de días de trabajo por este tipo de bajas supone cerca del 4% del PIB mundial, por lo que es evidente que este problema social lo es también económico y afecta también a la productividad de las empresas.

El cuidado de la salud del personal ya forma parte de las estrategias de sostenibilidad y uno de los temas materiales que cualquier empresa, desde su realidad y necesidades, puede y debe abordar.

El comportamiento de los empleados, así como su rendimiento, inciden directamente en el buen desempeño de la organización y en las capacidades de la misma para enfrentar cambios y adversidades en el futuro. Son piezas clave y deben sentirse cuidados y seguros.

Para hacer frente a estos retos desde el sector privado, la tendencia es abordar la salud de las personas trabajadoras de forma integral bajo el concepto de ¨empresa saludable¨, lo cual implica cumplir con la legislación vigente en prevención de riesgos laborales y establecer intervenciones más allá de dicha legislación.

Según el Ministerio de Trabajo y Economía Social, una empresa saludable debe cumplir con dos principios fundamentales:

  • Gestionar la salud de los trabajadores desde un enfoque integral e integrado.
  • Considerar la salud en todas las políticas de la empresa.

Según la OMS, un entorno laboral saludable es «aquel lugar donde empleados y jefes colaboran en un proceso de mejora continua con el objetivo de alcanzar una visión conjunta para mejorar la salud, seguridad y bienestar para los trabajadores, así como la sustentabilidad del ambiente de trabajo«.

Esto, además, está directamente alineado con 2 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible: el ODS 3 Salud y Bienestar, desde el cual se insta a las empresas a abordar la puesta en marcha de planes adecuados de seguridad y salud laboral para empleados y sus cadenas de valor, y a gestionar los impactos de la empresa sobre la salud de la población;  y el ODS 8 Trabajo decente y crecimiento económico, desde el cual se propone al sector privado construir espacios de trabajo seguros e inclusivos y proporcionar condiciones laborales dignas, apegadas al respeto por los derechos humanos.

Para responder a estos retos, las empresas están desarrollando múltiples acciones tales como:

  • Implementación de políticas de conciliación vida – trabajo.
  • Espacios para el deporte a través de alianzas con gimnasios y centros cercanos a la empresa.
  • Fomento de una nutrición saludable en el ámbito laboral y personal del trabajador, involucrando muchas veces en charlas informativas a sus familias.
  • Apoyo con programas para el control de adicciones, tales como herramientas para dejar de fumar.

Desde la Administración Pública y desde las organizaciones empresariales, también se trabaja para facilitar herramientas a las empresas en su camino hacia la salud y el bienestar de sus colaboradores.

En el ámbito europeo existe la Red Europea de Promoción de la Salud en el Trabajo (ENWHP) desde donde se impulsa la investigación sobre la promoción de la salud en el lugar de trabajo, se impulsan políticas al respecto y facilita el intercambio de buenas prácticas en la promoción de la salud en el lugar de trabajo entre los miembros y entre países y regiones.

A nivel nacional, el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo del Ministerio de Trabajo y Economía Social, impulsa la Red Española de Empresas Saludables, desde donde se reconoce el trabajo de las empresas en el ámbito de la mejora de la salud y bienestar de sus trabajadores, y se difunden buenas prácticas empresariales enfocadas en promover la cultura de la salud.

La Confederación Canaria de Empresarios, como organización empresarial más representativa de Canarias, cuenta entre sus diversas áreas de actuación con  un gabinete de asistencia técnica específico en Prevención de Riesgos Laborales, en el que se ofrece asesoramiento técnico y apoyo especializado a empresas y autónomos para el cumplimiento normativo en materia preventiva.

El cuidado de la salud de los empleados ya forma parte de las estrategias de sostenibilidad de las empresas y uno de los temas materiales que cualquier empresa puede y debe abordar, desde su realidad y necesidades.

Permite fortalecer el vínculo emocional del trabajador con la empresa, su calidad de vida y sus relaciones personales, lo cual sin duda repercutirá en un clima laboral productivo, positivo y estable.