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23 Mar, 2023

La agricultura ecológica: compromiso empresarial y cumplimiento normativo

La producción ecológica tiene un papel de doble impacto. Por un lado, da respuesta a un mercado específico con nuevas oportunidades de negocio y, por otro, facilita productos y bienes que contribuyen a la protección del medio ambiente, al bienestar animal y al desarrollo rural.

Según datos oficiales del año 2020, publicados por Research Institute of Organic Agriculture FiBL, del total de la superficie de la producción ecológica mundial, el 48% lo concentra Australia, el 23% Europa, el 13% América del Sur, 8% Asia, 5% EEUU y el 3% está en el continente africano. En total, la superficie ecológica mundial creció un 3,5% en 2020 respecto al año anterior, alcanzando casi 75 mil hectáreas.

En cuanto a la superficie que en Europa se destina a la producción agrícola ecológica (un 23% del total), España ocupa el segundo lugar con un 14% de la superficie agraria ecológica. Porcentaje solo superado por Francia, que dedica el 15% a este tipo de cultivos.

Con la entrada en vigor del nuevo reglamento Europeo (2018/848) el 1 de enero de 2022, se introducen nuevos productos, cultivos y especies ganaderas en las normas de producción ecológica, incrementando las opciones y mejorando la transparencia de la información para este segmento del mercado.

La apuesta de los gobiernos y países por la producción ecológica se recoge también en otras estrategias y normativas europeas y nacionales, tales como La estrategia europea de la Granja a la Mesa, bajo el eslogan de “Por un sistema alimentario justo, saludable y ecológico” con ambiciosos objetivos:

  • Reducir un 50% el uso y el riesgo de los plaguicidas químicos y reducir un 50% el uso de los plaguicidas más peligrosos.
  • Reducir las pérdidas de nutrientes al menos un 50% sin deteriorar la fertilidad del suelo.
  • Reducir un 50% las ventas de antimicrobianos para animales de granja y de acuicultura.
  • Conseguir que, al menos, un 25% de las tierras agrícolas de la UE se dediquen a la agricultura ecológica y que se incremente significativamente la acuicultura ecológica.

Esto se refleja en la nueva Política Agrícola Común de la Unión Europea (PAC 2023-2027), que fomenta las ayudas para la integración de islas de biodiversidad en los cultivos y pastos, la rotación de cultivos y la gestión de diversos cultivos en un mismo espacio, entre otras acciones, para fomentar una agricultura y ganadería competitiva, resiliente y diversificada, que garantice la seguridad alimentaria a largo plazo y a su vez refuerce la protección del medio ambiente, incluida la biodiversidad y sea aliada de la lucha contra el cambio climático.

Canarias tiene las condiciones idóneas para desarrollar este tipo de agricultura y es una herramienta para la recuperación de variedades locales y actividades agrícolas y ganaderas tradicionales.

El impacto de una agricultura respetuosa con el medio ambiente y la salud de las personas es tal, que uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible lo contempla, el ODS 2 Hambre cero, se refiere a las prácticas de agricultura ecológica como una de las soluciones al acceso de la población a una alimentación sana, nutritiva y suficiente durante todo el año, como una forma de asegurar empleo local a pequeña escala, estable de calidad y con valor agregado, y también como una forma de cultivo que mejora progresivamente la calidad del suelo y la tierra.

En su informe anual de 2021, la Asociación profesional española de la producción ecológica (Ecovalia) destaca que España cuenta ya con el 10% de la SAU (Superficie Agrícola Utilizada) ecológica, y las comunidades autónomas que más se acercan al 25% fijado por la Unión Europea para 2030 son: Cataluña, con un 24,8%; Andalucía, con un 22%, y Comunidad Valenciana y Baleares, ambas con un 19,6%.

Del total de la superficie agraria útil en Canarias, el 3,7% era ecológica en 2020 y se incrementó dos puntos porcentuales hasta el 5,7% en 2021. Los cultivos cuya producción ecológica han crecido de manera más notoria son[1] los cítricos (19%), las plataneras y subtropicales (16%) y los frutos secos (16%).

El Archipiélago tiene las condiciones idóneas para desarrollar este tipo de agricultura y es una herramienta para la recuperación de variedades locales y actividades agrícolas y ganaderas tradicionales, exclusivas de las islas, por lo que contribuye a reducir la dependencia exterior y agrega valor al producto local y el patrimonio cultural.

Los principales productos ecológicos de Canarias son:

  • el plátano, con un etiquetado 100% compostable y biodegradable, cultivado según el reglamento de la Unión Europea para evitar cualquier contaminante,
  • la miel producida por la abeja negra canaria, especie autóctona de las islas que se estima que tiene más de 200.000 años y cuyas mieles son reconocidas internacionalmente por su calidad,
  • el aloe vera, planta conocida por sus propiedades cosméticas y nutritivas,
  • viñedos y café.

La normativa nos indica el camino, ya que tenemos metas país de producción ecológica que alcanzar, pero también lo marca el mercado, cada vez más informado y preocupado por la salud personal, la calidad nutritiva de los alimentos y concienciado la sostenibilidad del planeta.

[1] datos del MAPA, 2021. Producción Ecológica. Estadísticas 2020