De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud “la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.

Su atención integral abarca especialistas de diferentes disciplinas, desde profesionales del deporte hasta médicos o especialistas en psicología; y es ampliamente conocido como, la práctica habitual de deporte tiene un impacto positivo directo en el estado físico y mental de las personas.

La actividad física regular disminuye el riesgo de muchas enfermedades como obesidad, hipertensión, cáncer de mama o colon, y mejora la salud ósea y el bienestar físico y mental. Además, ayuda a prevenir dos de las enfermedades más frecuentes relacionadas con el trabajo: los trastornos musculoesqueléticos y el estrés.

A pesar de los numerosos beneficios que sabemos se derivan de la práctica habitual de deporte, según un estudio elaborado por Ipsos, junto con el Foro Económico Mundial sobre la práctica de ejercicio en 29 países europeos, “España se sitúa como el cuarto país europeo donde hay un mayor porcentaje de población que no realizan ningún tipo de ejercicio físico, y que por lo tanto es considerada sedentaria”.

El sedentarismo es el cuarto factor de riesgo en lo que respecta a la mortalidad mundial y es considerado uno de los más importantes factores de riesgo cardiovascular, siendo las enfermedades cardiovasculares la principal causa de muerte en España. Según datos oficiales del Ministerio de Trabajo y Economía Social, en los primeros 5 meses del 2022, un 25,6% de los accidentes laborales mortales en España fueron por infartos o derrames cerebrales y otras causas naturales en jornada de trabajo.

¿Qué razones damos los españoles para no hacer deporte? Según el estudio mencionado, los principales motivos por los cuales los españoles no realizan ejercicio físico son: falta de tiempo (34%), falta de dinero (15%) y las condiciones climáticas (14%).

Las consecuencias del sedentarismo impactan de forma directa en la salud pública y en el sistema sanitario, pero también tienen repercusiones a nivel económico y en el entorno laboral, en el cual la falta de ejercicio se considera un riesgo que va en aumento y por ello considerado uno de los riesgos físicos emergentes más importantes.

Dado que las principales enfermedades que amenazan a la población, tienen su origen en factores de riesgo que se pueden prevenir y en hábitos de vida modificables, las empresas, por la influencia que tienen en una gran parte de la población, se convierten en grandes aliadas como agentes y promotores de la salud de la ciudadanía.

En el estudio “Beneficios del fomento de la práctica de la actividad física y la práctica deportiva, en términos de mejora de la salud, el bienestar y la productividad”, desarrollado por el Instituto Nacional de Seguridad, Salud y Bienestar en el Trabajo (INSSBT) y la Red Española de Investigación en Ejercicio Físico y Salud (EXERNET), se evidencia de forma científica el impacto del fomento de la actividad física y la lucha contra el sedentarismo dentro del ámbito laboral y se incluyen algunas recomendaciones para impulsar el deporte y luchar contra el sedentarismo en el ámbito corporativo:

• promover iniciativas de “transporte activo” (uso de la bicicleta como medio de transporte al trabajo, rutas saludables dentro de la empresa …)
• favorecer la flexibilidad horaria de la jornada laboral, no solamente respecto a las horas de entrada y salida, si no relativa a las pausas que pueden hacer los trabajadores durante la jornada, con el objetivo de desarrollar ejercicio físico durante las pausas de descanso o antes de las comidas.
• identificar activos cercanos a la empresa que los empleados puedan utilizar, tales como centros deportivos y parques, para promover su uso y disfrute.
• fomento del uso en grupo, por varios empleados, de herramientas tecnológicas ya existentes (incluso gratuitas), como las app que calculan el número de pasos o las app para iniciarse en diferentes deportes y monitorear avances.
• aliarse con empresas cercanas para promover de forma conjunta la práctica de deporte entre sus trabajadores.
• impartir charlas a los trabajadores y sus familias sobre salud integral y fomentar actividades deportivas familiares dentro de las acciones corporativas, por ejemplo, a través del Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer se incluyen medidas destinadas a mejorar la alfabetización sanitaria en relación con los riesgos y factores determinantes del cáncer, dirigidos a empresas y trabajadores.

La salud y seguridad de los trabajadores es un elemento fundamental para asegurar la productividad, sostenibilidad y el desarrollo de los países. Una mano de obra saludable es la base fundamental de una economía y una sociedad fuertes y resilientes, y en la Declaración de Seúl sobre Seguridad y Salud en el trabajo (2008), se afirma que un ambiente de trabajo seguro y saludable es un derecho humano fundamental.

Promover y proteger la salud del personal, y fomentar la práctica del deporte desde la empresa, es un factor de éxito que contribuye a obtener mayores tasas de motivación, confianza y productividad, asegurando su sostenibilidad y competitividad a largo plazo.