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14 Jun, 2021

Tres enfoques diferentes para sumar a los ODS

Desde la aprobación en 2015 de la Agenda 2030, actores sociales, políticos y por primera vez, la empresa privada, han ido sumando esfuerzos enfocados hacia el logro de los 17 ODS y las 169 metas que los integran. Hacia un futuro común.

El número de empresas que manifiestan su compromiso por integrar los ODS en su quehacer diario es creciente y los caminos elegidos para ello son variados. El primer paso en este camino es conocer el alcance de los ODS, identificar cuáles de ellos son prioritarios para la empresa y adquirir un compromiso firme por contribuir con aquellos ODS seleccionados. Una vez hecho esto, llega el momento de definir los mecanismos a utilizar para lograrlo.

Las acciones que cada empresa defina para aportar al logro de los ODS pueden articularse en torno a tres ejes no excluyentes entre sí, con implicaciones diferentes en cuanto a enfoques de gestión y de retorno para la compañía. Estos tres enfoques son: las acciones filantrópicas, la gestión de impactos y los procesos de innovación responsable.

Las acciones filantrópicas implican la donación de recursos de la empresa, económicos o a través de la cesión de bienes y servicios.

Pueden ser acciones seleccionadas relacionadas con el área de experiencia de la compañía, pero también pueden ser acciones ajenas al área de trabajo de la empresa y seleccionada por otros motivos o intereses. Asimismo, estas acciones deben contribuir a una mejora de las condiciones sociales o ambientales del entorno, ya sea este cercano o lejano a la empresa.

A las organizaciones interesadas en el aporte a los ODS a través de acciones filantrópicas, se les recomienda el desarrollo de una estrategia interna de donaciones, que refleje los compromisos adquiridos, los recursos destinados y las herramientas de control y medición de impactos que se le solicitarán a las organizaciones beneficiarias.

Las acciones filantrópicas no suelen impactar en el desarrollo diario del negocio, pero pueden tener un impacto muy positivo en algunos ODS y tienen un beneficio reputacional para la empresa.

Un excelente ejemplo del impacto de las acciones filantrópicas corporativas lo encontramos en la gestión de la crisis del COVID. Durante los primeros meses las donaciones económicas y de material sanitario crecieron de forma exponencial contribuyendo a amortiguar los efectos de la pandemia y aportando al ODS 3 relacionado con la Salud y Bienestar; después de los primeros meses, las acciones filantrópicas de las empresas y el sector privado siguen aportando durante esta crisis a través de la donación de alimentos, entre otras cosas, contribuyendo así a ODS 2: Hambre cero.

Otra forma de articular las acciones de aporte a los ODS es a través de la gestión de los impactos derivados de la operación de la empresa. Esto implica un fuerte compromiso con la revisión y modificación de «la forma de hacer las cosas» a lo largo de todo el proceso de generación de valor, un análisis de los impactos negativos y positivos de la empresa y la definición de una estrategia para minimizar los primeros y potenciar los segundos. Este proceso agrega valor a la compañía en cuanto que implica la identificación de riesgos y oportunidades relacionados con el negocio, tales como la identificación de posibles mejoras con repercusión en la eficiencia operacional, la reducción de costes, atracción y retención de talento, interés y fidelización de los clientes, entre otros.

Un ejemplo del aporte a los ODS a través de la gestión de impactos de la operación de una empresa o sector es el compromiso que ha adquirido CANARAGUA por abastecerse al 100% de energía de origen renovable. Este y otros compromisos reflejados en su Plan Estratégico de Desarrollo Sostenible permiten que la empresa desarrolle su trabajo, reduciendo sus impactos y contribuyendo al logro de los ODS. En el caso expuesto contribuye al ODS 17: Alianzas para lograr los Objetivos.

La tercera forma para planificar las acciones a implementar en materia de ODS es poniendo al servicio de la sociedad el potencial productivo de las empresas a través de procesos de Innovación responsable. La identificación de necesidades sociales o ambientales no cubiertas y el desarrollo de nuevos productos o servicios que den respuesta, es una forma de aporte a los Objetivos de Desarrollo Sostenible al mismo tiempo que se generan nuevas oportunidades de negocio.

Es la empresa la que, teniendo en cuenta el retorno que podrá obtener, debe decidir la forma en que quiere aportar al logro de los ODS.

El proyecto El Hierro 100% Renovable es un buen ejemplo de ello. Este proyecto, que se desarrolló con la participación del Cabildo de El Hierro, ENDESA, ITC y el Gobierno de Canarias, surge con el objetivo de cubrir el consumo eléctrico de la isla de El Hierro con energía procedente de fuentes renovables. Para ello, a través de un proceso de innovación tecnológica, se diseñó una central hidroeólica, convirtiendo así a la isla canaria en el primer sistema insular capaz de autoabastecerse de electricidad con recursos propios y renovables. Este proyecto ha sido un caso de éxito a nivel mundial para la implantación de un modelo energético innovador, eficiente y sostenible, implica un ahorro anual de 18.700 toneladas de emisiones de CO2 y aporta principalmente al ODS 7: Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible.

Los ODS tienen la virtud de adaptar sus exigencias al punto de partida y las capacidades de los diferentes actores. Será la empresa la que decida de qué forma quiere comenzar teniendo en cuenta el retorno que podrá obtener al adquirir y aplicar este compromiso.

17 ODS, 169 metas, 3 formas de llegar a ellos.