Con su qué hacer diario todas las empresas impactan, simplemente por existir, a uno o varios ODS. De hecho, de los 17 ODS hay tres que apuntan directamente a las empresas: el ODS 8, relacionado con la generación de trabajo decente y crecimiento económico sostenible e inclusivo; el ODS 9, que destaca la importancia de construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización sostenible y fomentar la innovación; y el ODS 12, que insta a la producción y el consumo responsables.
Los ODS se interrelacionan entre sí, pero esto no implica que la empresa deba desarrollar estrategias para aportar a todos ellos. Tampoco la contribución de una empresa es mejor cuando la estrategia incluye acciones para abordar los 17 ODS de forma integral. Se puede desarrollar una estrategia empresarial con un alto impacto, con acciones vinculadas a uno o varios ODS, alineadas con el negocio, con coherencia y seguimiento en el tiempo.
Lo verdaderamente relevante es tener en cuenta que unos ODS son más vinculantes que otros para cada empresa, dependiendo del sector al que pertenezca, la naturaleza de su operación y su ámbito de acción. Por esta razón, es necesario que cada organización priorice los objetivos sobre los que tiene mayor influencia y que este ejercicio se lidere por un equipo humano realmente familiarizado con los ODS y sus metas, con el fin de que sea realmente enriquecedor para su negocio.
Hay diferentes caminos para definir los Objetivos de Desarrollo Sostenible con los que una organización se debe comprometer. En este artículo vamos a abordar dos formas de hacerlo:
1. El proceso más completo y ambicioso sería a través del análisis de los impactos positivos y negativos que las actividades productivas, operativas y comerciales de la empresa tienen sobre los ODS. Este análisis se extiende a lo largo de toda la cadena de valor, desde los proveedores hasta el proceso productivo y la distribución del producto en el mercado.
Tras la identificación de los impactos positivos y negativos de la empresa, se relacionará cada uno de ellos con las áreas de acción de los ODS, y sus metas específicas. En este proceso las siguientes preguntas pueden ayudar: ¿Qué ODS están alineados con el control de los impactos negativos y el control de riesgos de mi negocio?; ¿Qué ODS se relacionan con las oportunidades que mi empresa puede ofrecer a la sociedad y con las expectativas de mis públicos de interés?
Como resultado de este ejercicio, obtendremos una lista de ODS directamente relacionados con el ADN de nuestro negocio, sobre los cuales se podrán planificar y priorizar las acciones a desarrollar según los intereses de la empresa y su estrategia corporativa.
Por otra parte, con este proceso posiblemente se visibilizarán (o descubrirán) acciones que ya se están desarrollando en la empresa y que contribuyen a alguno de lo ODS. ¡Regístrelo! Es información valiosa para comunicar internamente e ir sensibilizando y motivando a su equipo.
2. Si la empresa no está preparada para este ejercicio más profundo de análisis, otra posibilidad es priorizar los ODS según el sector de actividad de la empresa, siguiendo las recomendaciones de la Comisión de Negocios, Ciudadanía Corporativa y Desarrollo Sostenible del Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD por sus siglas en inglés)
Esta clasificación nos ofrece una relación entre los 10 principales sectores de actividad empresarial y los 17 ODS que ofrecen mayor posibilidad de incidencia:
Vamos a conocer tres ejemplos de cómo podría realizarse este ejercicio:
- Una empresa con actividad en el sector turístico podría comenzar por centrarse en el ODS 12 y seleccionar de entre las 11 metas que incluye este objetivo, aquella/s a las que quiera aportar. Por ejemplo, un hotel podría comprometerse con la meta relacionada con «la reducción de desechos mediante políticas de prevención, reducción, reciclaje y reutilización» y la meta relacionada con ¨la promoción de la cultura y productos locales», y planificar así actividades en torno a estas dos grandes líneas de acción.
- Una empresa agrícola, según la información expuesta, podría centrarse en los ODS 2, 3 o 12. Si elije el 2 porque tiene un profundo compromiso con la lucha contra el hambre, podría comprometerse con la primera meta de este objetivo «poner fin al hambre y asegurar el acceso de todas las personas, en particular de los pobres y las personas en situaciones vulnerables, a una alimentación sana, nutritiva y suficiente durante todo el año» e implantar acciones en esta línea, como por ejemplo, donar una parte de su producción a comedores sociales para asegurar que un colectivo tenga acceso permanente a los nutrientes de la fruta o la verdura una vez al día.
- El gran alcance del sector financiero queda patente cuando se le vincula el aporte a todos los ODS. El sector financiero puede incidir de forma muy significativa a través de políticas de crédito para favorecer a ciertos sectores, por ejemplo, créditos blandos para acceder a tecnologías limpias y contribuir así al ODS 7 Energía asequible y no contaminante y a la segunda meta de dicho objetivo «aumentar sustancialmente el porcentaje de energía renovable»
Lo verdaderamente relevante es tener en cuenta que unos ODS son más vinculantes que otros para cada empresa, dependiendo del sector al que pertenezca, la naturaleza de su operación y su ámbito de acción
Una vez priorizados los ODS y sus metas, se recomienda hacer público dicho compromiso a través de un comunicado oficial entre los empleados y de forma externa a través de la página web, de las redes sociales o medios de comunicación y por supuesto ir midiendo los avances y progresos en el tiempo.
La selección de los ODS prioritarios para su negocio es el primer paso para que su empresa sea parte del camino conjunto hacia el Futuro Común de la Agenda 2030. Además, le permitirá ahondar en sus riesgos y oportunidades, y hasta descubrir nuevas oportunidades en el mediano plazo.
