No, no son sinónimos, pero Responsabilidad Social y ODS tampoco son antónimos. Convergen en ciertos aspectos y se llevan muy bien.

La principal diferencia radica en que los ODS invitan a poner el foco en las acciones de la empresa, y la Responsabilidad Social incide en el cómo se realizan dichas acciones.

La planificación de la Responsabilidad Social, siempre se realiza partiendo del análisis de los impactos de la empresa, de aquellas consecuencias derivadas del proceso productivo, del mero hecho de existir, las cuales pueden ser positivas o negativas. La Responsabilidad Social actúa sobre esos impactos, los prioriza, los gestiona, aprovecha sus oportunidades y aborda los riesgos derivados, proponiendo acciones que inciden en el modo de hacer las cosas.

Por otra parte, tal y como se deja patente en el artículo Tres enfoques diferentes para sumar a los ODS, una empresa puede contribuir al logro de los ODS de 3 formas, no excluyentes, pero sí muy diferentes entres si:

• A través de acciones filantrópicas, es decir, aportando dinero o recursos a diferentes causas.
• Innovando, es decir, creando nuevos productos o servicios, que generen negocio para la empresa y respondan a una necesidad social o ambiental del entorno.
• Analizando los impactos derivados de su operación y desarrollando una estrategia para minimizar los negativos y potenciar los positivos.

Según un estudio realizado por la iniciativa de Naciones Unidas en España a más de 1.900 empresas en 2020, el 37% de las empresas contribuyen a los ODS a través de acciones filantrópicas o proyectos de acción social; el 42% desarrollando productos y servicios que contribuyen a los ODS; y un 48% identificando los ODS prioritarios según los impactos de la organización.

Cuando una empresa aborda los ODS desde la perspectiva de la gestión de sus impactos, es cuando Responsabilidad Social y ODS convergen.

Vamos a ver tres ejemplos de diferentes sectores:

Algunos impactos derivados de la actividad agrícola pueden ser el consumo de agua, los desechos orgánicos o plásticos y el uso de pesticidas. Una empresa agrícola puede comprometerse con reducir al máximo el uso de plásticos, priorizar la compra de plásticos derivados de fibras que permitan una gestión de desechos más responsable con el ambiente y asegurarse de que el total de residuos derivados de su actividad agrícola se gestiona de forma adecuada y no contamina fuentes de agua, mares o ecosistemas terrestres. Gestionando este impacto, la empresa está desarrollando una gestión responsable de su actividad a la vez que contribuye al ODS 12 Producción y Consumo Responsables, entre otros.

Una empresa del sector industrial posiblemente emitirá un volumen importante de CO2 a la atmósfera para poder desarrollar su actividad diaria, por lo tanto las emisiones de gases contaminantes será uno de los principales impactos que deberá gestionar, buscando como reducirlas y/o compensarlas como parte de las acciones de su estrategia de Responsabilidad Social, y al hacerlo estará contribuyendo directamente al ODS 13 Acción por el clima.

Una empresa turística que ofrezca avistamiento de cetáceos, por la naturaleza de su actividad fácilmente se identificará con el ODS 14 Vida Submarina y tendrá diferentes formas de aportar al mismo. Si promueve, por ejemplo; el uso de embarcaciones con motores silenciosos, sus guías respetan las distancias recomendadas para no invadir el espacio de las poblaciones, aprovechan los tours para sensibilizar a los turistas sobre la protección de los océanos y/o promover la financiación de proyectos de investigación para el estudio del fondo marino, estará contribuyendo al ODS 14 desde la gestión de los impactos positivos y negativos que originan como empresa.

Estos tres ejemplos transmiten cómo las empresas pueden contribuir al logro de los ODS desde la Gestión Responsable de su negocio.

Por ello, la gestión de la Responsabilidad Social en la empresa siempre repercutirá en el aporte a uno o varios ODS. Sin embargo, el desarrollo de acciones que contribuyan al logro de uno o varios ODS, no necesariamente va a significar que la empresa se está gestionando de forma responsable.

Esto es importante a la hora de tomar decisiones internas acerca de cómo abordar el proceso de sostenibilidad de la empresa, y también sobre cómo comunicarlo.

 

 

Las empresas con amplia experiencia en gestión de la sostenibilidad suelen integrar en un mismo informe la información de sus avances en materia de Responsabilidad Social y el aporte a los ODS. Otras empresas deciden hacer dos informes diferentes. En otros casos, deciden informar exclusivamente sobre las acciones que desarrollan directamente para el aporte de los ODS. Respecto a esta última opción, son ya muchas las empresas que en su página web dedican un apartado completo a poner en valor y difundir las acciones con las que contribuyen a determinados ODS, dándolos a conocer de este modo a los agentes que influyen en la compañía.

Dicho esto, es importante recalcar que tanto el camino de la Responsabilidad Social a través de la gestión de los impactos de la empresa, como un enfoque específico en acciones que aporten a los ODS a través de diferentes estrategias, nos permitirán avanzar hacia una sociedad más igualitaria y más justa y hacia un mundo con ecosistemas más sanos que aseguren nuestro bienestar y el de las futuras generaciones.